3/11/2002


   Mi fascinación por internet no para de crecer. Creo que el mundo está asistiendo a un cambio de paradigma social semejante a la aparición del ferrocarril o a cuando se popularizó la televisión.
   He robado mi primer libro de la biblioteca del instituto. Creo que nadie lo echará de menos, porque estaba criando polvo en una esquina, y eso que no tiene ni dos años. Es de Juan Luis Cebrián y se titula La red. Ofrecía demasiadas expectativas, aunque he subrayado algún párrafo que me ha dejado especulando. ¿Hasta qué punto internet y sus posibilidades podrían desarrollarse hasta una forma autónoma, caótica también? ¿Cómo va a desarrollarse esta absoluta revolución comunicativa? Cebrián se muestra positivo:
 
   Vamos a aprender, comprar, enseñar, escribir, ir al médico y divertirnos de manera diferente. Tenemos la convicción de que estamos ante un cambio revolucionario, yo creo que a mejor. Mi preocupación es evitar los períodos de terror que suelen llegar después de las revoluciones y engullen a los que las protagonizan.


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