21/9/2012


   A riesgo de acabar como Alonso Quijano, entre el aumento de horas en mi trabajo docente (con el consiguiente aumento de cursos y el desgaste que ello conlleva), la militancia paterna y la actividad creativa (incluida la crítico- literaria), aún me doy el gusto de leer caprichos comRecuerdos de Lisboa, la excursión lusa del curioso narrador molinense Paco López Mengual, un libro en el que —¡sorpresa!— no encuentra uno insultos, amenazas y demás excrementos que unos humanos lanzan a otros, sólo sencillez y disfrute de la brevedad.






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