7/2/2013




   He leído/mirado Por nuestra cuenta, las memorias de Miriam Katin narradas en forma de cómic.
   La pregunta frecuente de cómo Alemania, el país más culto de Europa, llegó a ser también el país donde creció el nazismo tiene una respuesta quizá decepcionante para los que creen fervorosamente que el primordial y último objetivo de las campañas por el fomento de la lectura es convertir a ciudadanos vulgares en mejores ciudadanos. En el fondo, el hecho de leer no nos exige un cambio moral, porque lo que suele enseñarnos un libro es quebradizo, es etéreo, inasible, y esa conversión a una mejor ciudadanía no tiene por qué ser tan efectiva como se pudiera creer.

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