27/5/2013


   He leído Urre Aroa, antología de poetas navarros antiguos y ficticios, nacidos de la imaginación de Alfredo Rodríguez, al estilo de lo que hizo en su día el maestro José María Álvarez en La edad de oro con poetas de la antigua Cartagena. Copio un poema de Alfredo Rodríguez/Henrique de Ariztarai (1440-1518):




Qué buen ciego aquel que con su ceguera
infinitos horizontes divisa,
y el amor fragante de una mujer
lo sabe recibir
puro en su mirada, sin sed de sangre.

Y así ensombrece sus últimos días
por suntuosas estancias
el caballero, con coraje ciego
a desprender del cuerpo,
nunca invocar el miedo
con la pluma o las armas.

Y el trajín anhela de la vida de campaña,
su lección aprendida, batalla temerosa.
O bien una vida larga y oscura,
o bien si no una breve
de perdurable gloria.

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