29/5/2013


   He leído Los versos de la madera de Limam Boicha.
   Hijo del Sáhara Occidental, estudió en Cuba durante trece años y se hizo periodista. Trabajó en radio cuando regresó a los campos de refugiados saharauis y hace catorce años que vive en España.
   En sus poemas decanta la sensualidad, la teología de la naturaleza y el protocolo cultural cotidiano de su pueblo antiguo.




MITOLOGÍA

Mi padre me dijo:

“Yo nací en el año
de los dientes verdes
de los dromedarios”

Ahora yo me pregunto:
¿Qué hemos hecho de nuestros años,
tan lejanos y estrechos?

¿Cayeron malbaratados
entre el olvido de la tradición
y la sed de las dunas?

¿Se esfumaron en el aire
como haces de leña?

Buscad en la poesía,
huesos de la memoria,
como nuestros antepasados.

Nuestros años son versos,
como una lluvia de estrellas
como la hermosa yerba
o el parto de las abejas.

Estos son nuestros años
abandonados,
esqueletos trágicos
como grandes tormentas
como una lluvia roja
o un vendaval de langostas.
Y no son estos otros
incipientes y artificiales
que ahora colgamos
del almanaque
de nuestros sueños.

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