7/6/2013


  Edición anotada de la tristeza de José Alcaraz. La única dedicatoria de todo el libro es a mí, lo que me llena de orgullo histórico.





   «La hemos puesto en venta», / dice mi amigo conduciéndome / por todos los rincones de la casa. / Me explica que aún / no han colgado el cartel, / que ya no va nadie y sólo hay polvo. // Las enredaderas del jardín / parecen agarrarla con fuerza, / resistirse al tránsito. / El sol a través de las persianas, / iluminando algunas fotografías, / es el mejor resumen de otra época. / Un mercedes oxidado / se detuvo junto al tiempo, / un pozo en ruinas hace añicos / el espejo del agua / donde se mira el pasado. // Cada silencio de mi amigo dice adiós, / cada palabra suya cae al suelo / como una hoja seca. / El frío de las estancias / conserva mejor los recuerdos, / cubre de sábanas la memoria. // Esta casa me reconoce: / siempre en venta nuestra soledad, / nunca a tiempo de colgarle el cartel.

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