19/1/2013


   He leído La exactitud de la memoria de Diego Jesús Jiménez. Aún estoy saboreando la última estrofa del último poema:

Mueve un aire indefenso la cortina del patio
y la tarde, por entre las enredaderas
y las hiedras, tiene el color de las serpientes.
Sólo la exactitud de la memoria
es la belleza ahora del poema que escribes. Llega hasta ti,
envenenándolo, un viento
de jazmines y rosas; enciende sus bengalas
con la lluvia la luna; y se cierne
sobre tu corazón, una luz gris
que da forma al silencio.


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