11/11/2013


   Diego Reche tiene en Reversos el mejor poema que, creo, él haya escrito jamás. Se titula ‘El almendro’ y contiene versos así:




Como ahora tú, madre, allí tras los visillos,
 sentada en un sillón, ausente en tu silencio,
creyendo que visitan tu casa los que salen
por la tele y te ríes cuando a veces se ríen,
les aplaudes si aplauden y crees que eres la niña
que corría en las ramblas, libre con pies descalzos. […]
A veces estás triste, tus hijos son extraños
que te visten, te peinan, te llevan de la mano,
te pasean por frías calles que desconoces.
Todo se ha vuelto anónimo. Pero si llega el aire
de las sierras, aún sueñas con caminos de almendros.

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