23/4/2014


   No sé por qué razón me he acordado de que con diecinueve años no me atrevía a decir que ‘13 steps lead down’ de Elvis Costello era mi canción del verano ante mis amigos de la playa. Hubiese quedado como un marciano ante ellos, por eso me entregué día y noche, sin dolor, al ‘Baby, I love your way’ de Big Mountain.
   Esta tarde he leído Vivir lo que se muere de Joaquín Ortega Parra, un libro breve que la editorial Huerga & Fierro ha promovido como homenaje póstumo a este poeta paisano que decidió caminar silenciosamente por el ecosistema local.
 
Y ya no grito. Escribo
simplemente.
Con la reja profunda del arado más recio
de mi tierra.
 
Ahondando. Ahondando.
 
Hasta llegar al centro
mineral de mi origen.


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