2/7/2014


   Acabo de leer Antología de poesía primitiva, seleccionada y prologada por Ernesto Cardenal.
   Es admirable el trabajo de investigación hecho por el poeta nicaragüense: plegarias, oraciones, himnos, lamentos amorosos, existenciales, cantos fúnebres, mágicos, guerreros, cantos de júbilo, eróticos, de añoranza, de lluvia, de boda, incluso un canto caníbal de indios kwakiutls del Canadá.
   Hemos de hacer un esfuerzo de adaptación al enjuiciar el valor estilístico de textos que pertenecen a pueblos primitivos: demasiadas repeticiones, simplicidad de imágenes, abuso del tono exclamativo... No de otra forma podríamos encontrar lustre artístico entre la pureza de lo aborigen.




   Copio la huida de una esposa que abandona al esposo cantada por miskitos centroamericanos:

Pensé
que un pez
saltaba, pero era
su remo que chapoteaba.
Pensé
que mi amor
pescaba,
pero mi amor
partía. Ya nunca más
la veré. Por su mirada
lo sé.

Comentarios