15/7/2014




   He terminado de leer Hilo de oro, una antología poética de Eloy Sánchez Rosillo preparada por José Luis Morante para Cátedra. Para aquellos que no han leído nada de este poeta mediterráneo inmenso, se trata de una antología bien nutrida y comentada con seriedad, sin el agobio innecesario de algunas ediciones de Cátedra que terminan convirtiéndose en morlacos llenos de datos.
   Yo soy seguidor de Rosillo desde hace dieciocho años y la lectura de Hilo de oro ha sido un lento y dulce repaso a su trayectoria de árboles, lunas, veranos, paseos, jilgueros, atardeceres, muchachas, trenes y todas sus luces. Mucha luz. El alma llena de luz. Ha resultado ser un apacible baño de horas en la obra de Rosillo, un baño de esos en los que sales con las yemas de los dedos blancas y arrugadas pero con la satisfacción de haber disfrutado de un acto único en una tarde irrepetible, como esas tardes a las que canta el maestro.
   Plenitud.

Comentarios