5/7/2014


   Lo que he sentido al cerrar Oír la luz ya lo había sentido con otros libros de Rosillo. Hay autores que admiras desde el puro placer lector, pero que sientes lejanos a tu estética. Con Eloy me encuentro a alguien que me enseña a mejorar mi escritura, a distribuir los golpes emocionales, a crear ambientes sensoriales, a canalizar con estilo las obsesiones... Este libro ha sido eso, un taller de alta categoría abierto a quien quiera aprender las lecciones que desprende cada uno de sus textos.


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