7/11/2014


   Acabo de leer Muertes y entradas de Dylan Thomas. Es su libro más extenso. En él caben alucinaciones montañosas, granjeras y marítimas de todos los colores. Y estrofas inolvidables como ésta: «Una vez tuve a un niño rico para mí / amaba su cuerpo y su riqueza azul marino / y viví en su monedero y en su corazón».


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