2/5/2015


   Aquí yacen dragones. Se nota que a Fernando León de Aranoa le apasiona el humor blanco y atmosférico de ciertos autores hispanoamericanos (Mugica Laínez, Monterroso, cierto Cortázar...).
   Entre tanto relato breve, hay de todo: algunos parecen un certero poema, otros no tienen gracia ninguna, otros son correctos, otros parecen ejercicios no resueltos de un taller de narrativa, otros tienen una brisa de genialidad, otros arrancan una sonrisa...
   Resumiendo, un libro simpático, agradable para echar un rato acompañado de un té frío con chorrito de whisky en una terraza marítima. Por ejemplo. Yo qué sé.


Comentarios