13/1/2015


   He leído Empezando la vida. Memoria de una infancia en Marruecos (1914-1920) de Carmen Conde. Copio un fragmento:

   —Tu padre nunca pensó en el día de mañana.
   —Mamá, ¿qué es «el día de mañana»?
Se reía entonces ella mostrando su magnífica dentadura blanca, y toda su cara morena era un canto de salud y de esperanza. Qué joven era mi madre.
   —Tampoco lo comprendes tú, ¿verdad? Pues, hija, el día de mañana es…, es «después». ¿Entiendes? Cuando uno se cansa de trabajar porque está enfermo o viejo, hay que tener algo que le permita vivir sin sacrificar a nadie.
   Intenté que me explicara mi padre aquello, no muy claro para mí. Pero él se encogió de hombros, indiferente, tardando en contestarme. Luego me miró como si quisiera calar mi alma futura.
   —Eso son cosas de tu madre.


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