Son
decenas los fragmentos interesantes que podría extraer de Nadie acabará con los libros, la obra dialogada entre Jean-Claude
Carrière y Umberto Eco, pero me he decidido a copiar este en mi diario:
UMBERTO ECO: ¿Y qué leía?
JEAN-CLAUDE CARRIÈRE: Novelas, libros de historia, ensayos. Me daba la impresión de que en él había una dependencia del acto mismo de la lectura más que un interés real por lo que leía. Se ha dicho que la lectura es un vicio no castigado. Este ejemplo demuestra que se puede convertir en una auténtica perversión.
UMBERTO ECO: Cuando yo era niño, una vecina me regalaba un libro cada año, por Navidad. Un día me preguntó: "Dime, Umbertino, ¿lees para saber qué hay en el libro que estás leyendo o porque te gusta leer?". Y tuve que admitir que no siempre me apasionaba lo que leía. Leía por el gusto de leer, cualquier cosa. Fue una de las grandes revelaciones de mi infancia.
JEAN-CLAUDE CARRIÈRE: Leer por leer, como vivir por vivir. Conocemos también personas que van al cine para ver películas, es decir, imágenes que se mueven de una determinada manera. Poco importa, a veces, lo que la película muestra o cuenta.
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