4/9/2015


   Al fin he leído Viaje del Parnaso de Cervantes. Se murió dos años después de publicar esta obra. Era ya mayor, pero aún tenía fuerzas para el sarcasmo, la burla, la parodia y la alabanza de sí mismo, la verdad también, logrando ajustar cuentas con sus colegas poetas, embarcándolos hacia el Parnaso y describiendo en largas listas a los que él creía buenos, malos, regulares... No dio puntada sin hilo. En un momento de la ficción, hasta convoca una pelea donde los poetas se dan de hostias a mansalva, corriendo la sangre. Cómo le gustaba la bronca a Miguelón. Cómo se descojonaba de todo quisque. No me extraña que más de un contemporáneo lo tuviese enfilado y lo pusiera a parir por su falta de lírica. Y es que Miguelón no podía evitar ni la épica ni el humor. El que nace, nace.


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