4/11/2015


   He terminado de leer Aquí y ahora, un libro colectivo en que se rinde homenaje a María Teresa Cervantes.
   Los pocos homenajes que considero imprescindibles son aquellos que se brindan a una persona que está viva y puede apreciarlos y emocionarse en este mundo de los sentidos, no durmiendo al otro lado de la valla del cementerio. Por eso estoy orgulloso y agradecido a quien me invitó a ser partícipe de esta celebración.
   Dos cosas debo apuntar tras leerlo entero:
   —De todas las ediciones que ha preparado Antonio Marín Albalate para Huerga y Fierro u otras editoriales, esta es la que mejor resultado visual ha obtenido. Y las he visto todas.
   —Según mi criterio, los textos que logran atravesar triunfantes la barrera de la ternura y la admiración hacia Mª Teresa son los de José Alcaraz, Alexis Díaz Pimienta, Antonio Llorente Abellán, Cristina Morano, Sebastián Mondéjar, Ángel Paniagua, Alberto Soler Soto y una evocación en prosa de una noche que hace William Hernández Ospino.
   Rescato un párrafo de Toñi Gutiérrez Martínez que resume una percepción que todos los que queremos a Mª Teresa tenemos:

   María Teresa vive sola, pero no está sola. Vive en la necesaria soledad de todo poeta, en una estancia vital en la que oye pasar, de lejos, el ruido de los demás.


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