Acabo de leer el último libro de Pedro Juan Gomila Martorell. Creo que En la tierra de Nod es un paso mayor y hacia delante respecto del libro anterior, Arcadia desolada.
Para empezar, el lenguaje y el estilo son más abiertos. Después habría que apuntar una temática más interesante por violenta y osada.
Hay dos polos argumentales: de un lado, El Altísimo; de otro, el varón que ama a varón y fornica con varón. En esa cuerda tiemblan, luchan y se muerden muchos conceptos y objetos: el abrazo y el abandono materno, el cuchillo y la carne delicada de los testículos, el semen en la lengua y la gloria divina…
En aquella tierra bíblica de Nod habitan, desterrados y olvidados, los hombres a los que cantaba La Banda Trapera del Río, el mejor grupo punk de Barcelona: los escupidos de la boca de Dios.
Amén.
Y a chuparla.
Sin rencores.
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