29/1/2016


   Acabo de leer Quienes me habitan de Carlos Vaquerizo.
   Este sevillano ganó el premio Adonáis en 2005 por Fiera venganza del tiempo. Pocos meses después le publicamos un poema inédito de curioso título en el número trece de El coloquio de los perros: ‘Te ha gustado ese verso que no es mío’. Algo de eso he sentido leyendo este nuevo libro, a diez años de distancia: versos que me han gustado, pero que desgraciadamente no son míos. Ese instante, ese pellizco, ese breve proceso de asentimiento primero, seguido de admiración y envidia constructiva al final.
   Creo que este poemario también podría haber ganado de nuevo el premio Adonáis, ya que está en una línea muy acorde con las preferencias de su jurado. Parece que Carlos Vaquerizo, cuando ganó el fallo de 2005, no fue porque ajustara su poemario a los requisitos temáticos de dicho premio, sino porque era así, un libro escrito con franqueza. Con Quienes me habitan creo que queda demostrado que Vaquerizo era y es, en el mejor sentido posible, un poeta Adonáis.
   Tengo cuatro poemas favoritos, de los que escojo y copio éste:

XIV

El hombre, de repente, sintió miedo.
Miró a su alrededor y sintió miedo,
pues no veía nada más que a hombres.
Entonces ideó cosmogonías
donde su miedo tomaría otra forma:
pasó a llamarse dios.


Comentarios