8/2/2016


   El protagonista de Érase una vez el fin de Pablo Rivero contiene y despide sentimientos muy parecidos al de la canción ‘Mr Snoid entre sus amigos los humanos’ de Kortatu, cuya letra/estribillo le viene como un whisky sin hielo a un pianista borracho o una línea de magia blanca al Maradona del Napoli:

Odio a todo el mundo,
estoy lleno de mezquindad
y rezo para que llegue
una guerra nuclear.


   Timbas de póker inmundas en la noche gijonesa, putas, gitanos a su aire, yonquis de larga duración, relaciones familiares zombies, sexo corrupto, vidas cotidianas destruidas, trabajadores explotados en trabajos de mierda, persecución gansteril low level… Una fotografía de un paisaje humano repugnante. Decadencia, decadencia, decadencia. ¿Lo que somos? ¿Una parte de lo que somos?


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