14/6/2016


   He leído Yo quiero bailar de Alberto Acerete. Páginas de experiencia política, familiar, social y sentimental. Se palpa una continua tirantez entre el amor y el capitalismo; el individuo contra la comunidad —voluntaria o involuntariamente opresora—; entre el disimulo y la rotunda realidad; la educación religiosa y la sexual; la carne y el espíritu, ambos doloridos.




   Un libro extraño, de entrada confusa y salida radiante. De las tres partes en las que se divide, la correspondencia titulada La cría a mano del vencejo común me parece magnífica. Y dan muchas ganas de volver a casarse.
   Sigamos bailando.

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