2/7/2016




   Adrián Bernal me ha pedido escribir el prólogo de su próximo libro: Estaciones de invierno. Aliento visionario, alquimia jazzística, herejía mediterránea, política dub, intuición juvenil, utopía medicinal, conciencia de viaje. Todo esto reunido en un manual de resistencia en cuya portada aparece el perfil de un punki con la cresta de una máquina de escribir. ¿O es al revés?
   El romanticismo siempre será novísimo.

Como los alcohólicos interpretan
las botellas, las noches, los abrazos,
así interpreto blue train cada madrugada.

Comentarios