12/5/2016


   Alexis Soto Ramírez me envía desde Maryland su libro Turbios celajes intrincados. Abunda un tono y una sintaxis antigua. Y pesa la adjetivación; el mismo título del libro es una prueba de ello. Lo surreal y el barroquismo caribeño siguen nadando en la tinta de cubanos viajeros como Alexis, buscan en la noche del verbo y no van a parar hasta ver, e incluso después de ver.
   Copio un fragmento del poema ‘Yo vi’:




Yo vi todo eso
y más,
pero no cejo.

No me detengo ante la flecha
que silba en su camino hacia mi pecho.
No me confieso, no me abato.

Que me arrastren los ríos
revueltos de la tierra
si he de claudicar.
Que me coman
los cuervos estos ojos
si he de renunciar.

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