3/1/2017


   He leído Amar la herida de Carmen Juan.
   A pesar de los avances legales, la dura historia de señalamiento, rechazo, discriminación y agresión continua a niñas lesbianas en los colegios, ese atropello, esa desgarradura ante el tabú, esa indefensión contra el peso moralista, se puede seguir cantando desde el recuerdo y desde el trauma, creando un testimonio valiente que viaje de la furia a la belleza.




II

Fuimos niñas que no sabían no podían no querían.

Jugábamos a deformarnos.
A ser el bicho. Arrastrábamos
el uniforme por las paredes recién encaladas,
las palmas, las mejillas por las paredes recién
encaladas, como lagartos, para volver a la fila
ropas blancas, manos blancas, caras blancas
para
escucharlas escupir mira, es el bicho, mira.

Las niñas niñas nos miraban de reojo.
Que no te roce, que no te toque.
Que no
te contagie.

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