24/12/2017


   Mamá, quiero ser feminista de Carmen G. de la Cueva. Este libro es fresco, apetecible, alegre en su título y diseño, así como neo-yeyé. Sobresalientes las ilustraciones de Malota.
   Y, tras leerlo, compruebo que es de buena digestión, de ligereza sustanciosa. La ligereza la pone la autora, porque narra de forma muy fluida sus peripecias, sus saltos y traspiés adolescentes y juveniles en relación con el amor, la opresión escolar y popular, el descubrimiento de una gran literatura invisible escrita por mujeres parejo al de la “identidad” femenina y su apología de la desinhibición corporal, el provincianismo internacionalista plagado de anécdotas del mundo viajero universitario y laboral, etc.




   La sustancia, lógicamente, la pone el feminismo occidental como una de las causas sociales de primera línea —para mí esa, el ecologismo y la homofobia, por ejemplo, son fundamentales en las ocho décadas siguientes de siglo XXI—, en las que faltan muchos logros que mantener, revisar y hacer brotar viviéndonos, naturalizándonos mediante la educación.
   Parece jodida la cosa, ¿verdad? Leamos y reflexionemos sobre el modus vivendi de nuestros abuelos, nuestros padres, el tuyo y el de tus hijos. Por eso me atraen obras como esta.

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