30/5/2017


   Luces de bohemia. No descubre uno nada releyendo este libro. Es una apuesta a caballo ganador. Conforme te recreas en cada acto, ratificas las palabras de quienes, pasado el fracaso de la contemporaneidad de Valle-Inclán como dramaturgo, lo han calificado de genio.




EL PELÓN.- ¡Vi-va-Es-pa-ña!
El CAN.- ¡Guau! ¡Guau!
ZARATUSTRA.- ¡Está buena España!
DON GAY.- Es preciso reconocerlo. No hay país comparable a Inglaterra. Allí el sentimiento religioso tiene tal decoro, tal dignidad que indudablemente las más honorables familias son las más religiosas. Si España alcanzase un más alto concepto religioso, se salvaba.
MAX.- ¡Recémosle un réquiem! Aquí los puritanos de conducta son los demagogos de la extrema izquierda. Acaso nuevos cristianos, pero todavía sin saberlo.
DON GAY.- Señores míos, en Inglaterra me he convertido al dogma iconoclasta, al cristianismo de oraciones y cánticos, limpio de imágenes milagreras. ¡Y ver la idolatría de este pueblo!
MAX .- España, en su concepción religiosa, es una tribu del Centro de África.
DON GAY.- Maestro, tenemos que rehacer el concepto religioso en el arquetipo del Hombre-Dios. Hacer la Revolución Cristiana con todas las exageraciones del Evangelio.
DON LATINO.- Son más que las del compañero Lenin.
ZARATUSTRA.- Sin religión no puede haber buena fe en el comercio.
DON GAY.- Maestro, hay que fundar la Iglesia Española Independiente.

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