10/10/2012




   He leído Desde la ceniza de Mohamed Maimouni, traducido por Khalid Raissouni y Juan José Sánchez Sandoval. Me ha interesado este poema:

Todos los poemas que tracé con mi puño
que hilvané con mis sueños
vuelven a mí cada noche.
Me llevan a ciudades ajenas a los mapas
me confiesan secretos del miedo a la luz
a sus sombras lentas.

Fueron al principio objetos y blancura,
fueron nombres en el laberinto
que buscaban la esencia de las cosas,
secretos en un lenguaje cifrado
cuando todo aludía al origen
cuando nadie se volvía hacia el fin,
cuando ninguna voz volaba, cuando ningún rayo acudía.
Entonces se rebeló la palabra
contra la oscuridad del mundo,
abonada con el misterio, con la metáfora de lo posible,
con la guía de las letras y la voluntad del hombre.
Un espejo contempla otro espejo
ningún ojo humano es testigo.
Yo no soy nada
sino el peso de aquel diálogo,
la velocidad de las horas
oculta en la sombra,
el juego de la fortuna
al que llamo vida.
Y de repente
del sueño de la muerte
me despierta el primer verso del poema.

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