24/12/2018


   Cien caballos en el mar de Alfonso López Corral.
   Se necesita algo más que habilidad para generar alta tensión dramática en un control fronterizo y que el lector trague saliva por el peligro que corren dos protagonistas en apenas doce páginas. Se necesita algo más que oído y talento para literaturizar el español coloquial del norte mexicano en el narco-relato ‘La carretera del sur de Sonora’, el primer cuento de los seis que contiene esta delicatessen narrativa.




   Precisamente por ser de ese cariz el texto inicial de un autor norteño, el prejuicio se activa y pareciera que los cinco relatos siguientes fueran en la misma onda.
   Error.
   Si fuese así, no importaría lo más mínimo. Me parecería, de hecho, bien lógico. ¿Quién mejor que un narrador norteño para escribir sobre asuntos de frontera y mundo narco? Sería como extrañarse de que en el sur de España no hubiese novelas sobre la inmigración norteafricana hacia sus costas.
   Pero no es el caso, y también lo celebramos.
   Así, Alfonso López Corral extiende una manta siniestra, poética y existencial sobre la fábula marina y vaquera de ‘Cien caballos en el mar’, una risa contenida sobre el determinismo de un perdedor moral y sexual que es ‘Karma por amor’, una aureola de burla fatal en ‘Muerte constante más allá del honor’, un eros bruto, carcelario y psicológico en ‘Todo va a ser diferente’ y un neorrealismo maravilloso en ‘Poliomielitis’.
   Entre rancherías y pastizales, alguien dice haber visto brindando en una cantina de Navojoa a hologramas borrosos de Camus, Woody Allen, Élmer Mendoza, Julio Ramón Ribeyro y otros tantos. Lo hacían por este libro y su refinado descaro. ¡Sea!

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