27/11/2019


   Libérame Domine de Gracia Aguilar Almendros.




PERMANECER

Quedarse parecía
el camino sencillo,
no despertar
en tierras frías
en las que anochece antes,
esperar a que el viento
sople a favor,
continuar al amparo
de la familia
y de lo conocido.
Tener la suerte,
la suerte de permanecer.

Pero también nosotros renunciamos.
Los primos, los amigos,
vuelven en Navidad,
con suerte
puede que en Feria.
Las parejas terminan;
continuar es difícil
cuando no puedes aguantarte
ni siquiera a ti mismo.
Si no tienes trabajo,
no tienes voz.

Al pasar la treintena
sientes los óvulos morir
mientras de tus amigas maman niños
con un acento
distinto al tuyo.

Un día fuiste al médico
había un tríptico alentando
de los peligros de la gripe,
y al lado
otro con recomendaciones
para ahuyentar la depresión
(socializar, hacer más ejercicio,
y no tomarte tan en serio
tus posibles problemas),
te lo guardaste.

Decides aguantar ahora
una vez más
y preparar oposiciones.
Si le echas muchas horas
¿tendrás la suerte
de ser una interina
de treinta y cinco?
La suerte,
la suerte
de seguir estudiando
(amigos camareros,
amigos comerciales).
La suerte,
la suerte
de que tu padre te mantenga.

En las afueras miras
los barrios despoblados
y al fin comprendes
que el extranjero también era esto.

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