1/1/2020


   Mi primera lectura del año: Nunca será bastante de Fermín Herrero.
   La naturaleza de esta antología “casi de amor” hace trizas las normas del placer, precisamente porque conoce sus límites. Transmite padecimiento, deleite, voluptuosidad y socorro el tecleo de este raro y atractivo aroma que desprende la poesía de Fermín Herrero.
   Un manantial de riesgos estéticos sobre el cuerpo y el alma.




LAS YEGUAS no comprenden el sol
en que te bañas. Cae la luz a plomo,
distante entre los juncos la brisa
te desnuda. Y en cada poro
de tu piel se detiene la tarde, a las puertas
del vientre. Cae la luz y al tiempo
resbala por tus pechos donde dibuja
el río la orilla del goce. En el rostro
del agua hay un rumor de dedos
que roza tu mirada. Dónde
van tus pupilas y por qué veredas.
En la ribera escucho su cuerpo
sin palabras. Y cae la tarde,
horizontal la noche espera.

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