Revolviendo la estantería de la biblioteca me he encontrado esta plaquette de mi colega alicantino Ramón Bascuñana: El destino del hombre. Este poema me ha tenido embelesado un buen rato. Es de una espiral conceptual realmente hipnótica, aunque ese paseo tenga, al fin, una puerta de salida axiomática.
LA BELLEZA
La belleza no anida en
la belleza.
No anida la belleza en
la belleza
sino en la mirada de
quien mira
el objeto y descubre,
reflejada,
la imagen interior de
su belleza;
pues en cierta medida
todos somos
belleza reflejada en
la mirada
interior, bajo la
tenue superficie
de las apariencias.
Porque, sin duda,
la belleza no anida en
la belleza.
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