Ahora que
todo muro virtual es susceptible de polémica, ahora que cualquier palabra o
acción expuesta en la pantalla se contempla como un hecho a comentar
obligatoriamente, ahora que la discusión es ley no escrita pero de un
intensísimo vigor, sería curioso imaginar una plataforma web donde la gente
escribiese, opinara, subiese vídeos, enlazase artículos o noticias y
absolutamente nadie los comentara. No que estuviese prohibido comentar, sino
que hubiese una especie de consenso colectivo muy sólido por el que a nadie le
pareciese útil o divertido debatir. Una sociedad escribiente y
silenciosa. Todos entrarían conscientemente en una especie de interactividad
espiritual. A lo mejor, esa plataforma virtual sería lo más parecida a la
realidad, quizá fuese de las que más sabiduría ciudadana demostraría.
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