He intentado frenar la primera
resaca de 2024, pero me he quedado en el intento. Quizás no he acertado en el
entretenimiento para estimular la mente. He puesto el canal Vinyl Route y estaban entrevistando a
Sherpa, el líder de Barón Rojo que ha sido despreciado por la mayoría del mundo
del rock al mostrar su apoyo al partido político Vox. He escuchado por primera
vez el nombre de la conspiración Coudenhove-Kalergi, más conocida como Plan
Kalergi. Otra vez dudo si es beneficioso estar algo alejado informativamente
del mundo o estar al día. Me he puesto a investigar un rato sobre tan famosa
conspiración y, claro, la resaca ha crecido.
Ayer, por Nochevieja, hice una broma en Facebook con una foto de éxtasis festivo a cuyo pie escribí un lema de ontología básica para contrarrestar la expectativa que genera el simbolismo de una fecha: «El tiempo no existe, es sólo un concepto». Este texto ha despertado hoy contra-argumentos en los comentarios y ha provocado que el amable profesor, ingeniero y filósofo Antonio Garrido me quiera “castigar” regalándome su libro El tiempo no existe. Tomaremos un café pronto y hablaremos de inexistencias temporales cara a cara, con la memoria de Heidegger como única testigo.
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