4/1/2024


   Hace mucho tiempo que no me encuentro físicamente con Fran Meca Guevara, profesor de Matemáticas que tiene una sensibilidad exquisita para la lectura, la música, la filosofía y la teología. Hoy, sin embargo, me ha enviado un libro titulado Rimbaud en Java. El viaje perdido de Jamie James. «Es el Rimbaud después de sus poemas», dice. Desconocía la editorial argentina en la que está publicado: Bestia Equilátera. La he auscultado y tiene un catálogo, tanto nacional como extranjero, realmente plausible.
   Conocí a Fran a los 18 años, en un puesto de libros en la Plaza del Ayuntamiento, cuando yo preguntaba al vendedor si tenía alguna edición bilingüe de la venenosa poesía del joven Arthur. Qué lejano y hermoso recuerdo. Ese choque accidental en una feria libresca de ocasión forjó una amistad. Tres décadas después, nuestra admiración por Rimbaud sigue intacta.
   Le resumo mis últimas “aventuras” y él me cuenta su pasado de extrañas mudanzas y su presente, felizmente casado con Marilia, su esposa brasileña, y criando a una familia, creo, numerosa; acumulando tantos libros y discos que ya se propone crear algo de tanto como cree deber a cientos de autores.




   Al meternos en balance cultural, hace memoria del monólogo dramático Pernod de Santiago Cagiga. Investigo y ha sido reestrenada e interpretada por el actor Pedro Segura, su íntimo amigo. Santiago tenía una escritura de lo más aguda y practicaba un genio redicho, también en la vida diaria.
   Su viuda debe conservar mucho material inédito. Fran considera que deberíamos organizar la obra completa de Cagiga para editarla: más obras de teatro, relatos, artículos de su revista La Tertulia, quién sabe si alguna narración larga... Me apela «como prohombre de la cultura contemporánea cartagenera» y yo me carcajeo. Se nota que lleva un lustro desactualizado.
   Salvo que paguen, ya solamente asisto a citas literarias como público, y a las que realmente me apetecen. Lejos de la acción callejera, sigo leyendo (mucho) y escribiendo (menos de lo que me gustaría, pero con paso seguro). Aún así, le digo que, si tiene verdadera querencia por recopilar las creaciones más dignas de Santiago y verlas en negro sobre blanco, bien publicadas, con diseño sobrio y elegante, la editorial que me parece más adecuada es Balduque, concretamente su colección “Sudeste”.
   Nos hemos deseado un 2024 memorable. ¿Por qué no?

Comentarios