Ayer realicé una lectura que recorría
mis cuatro libros: Nómada, Ártico, Un fotógrafo ciego y Canto
fenicio. Fue en el Centro de Personas Adultas de Puente Tocinos (Murcia).
El docente que me invitó, José Gómez Orenes, trabajó previamente con su alumnado
una acertada selección de mis textos; palpé un interés no fingido en las
preguntas y reflexiones que el público hizo durante el acto, brillando con luz
propia los poemas ‘Inmersión’, ‘Football is over’, ‘Sonora’ y ‘Niño’. La
palabra “adulto” cobró su mejor sentido en este contexto educativo,
traduciéndose en silencio, respeto, provecho... Fue un acto reconfortante.
El cuerpo va notando la cercanía del lustro a cumplir y es inevitable que eso me afecte. Los cincuenta no son los nuevos cuarenta, esa tontería ya no funciona. Debo aceptar la velocidad del deterioro de la salud y controlar todas esas cosas a las que no he hecho caso nunca con análisis de sangre intermitentes que me informen de azúcar, colesterol, niveles tumorales y demás léxico de senectud. Mientras tanto, no vienen mal los silencios tras un breve suspiro y, sobre todo, levantar el pie del acelerador para conservar la amplitud de miras y la generosidad que han caracterizado también mi personalidad. No todo ha de ser desperfecto.
Tras la notificación en redes sociales de mi hospitalización y las pautas de salud que habrán de transformar mis hábitos por completo, Rubén Bleda, una reciente amistad que camina con un aura especial de simpatía, me escribe: «Qué pena no haber llegado antes a tu vida, me habría gustado compartir comilonas y rock and roll. Mucho ánimo. Espero verte pronto. Nos tomamos una infusión de jengibre, a lo loco».
¡Qué bajona da leer la segunda parte! "Senectud"... Yo tengo 52 y no quiero que me adelantes nada menos que, al menos, ocho años ese periodo de vida. Con madurita ya voy bien servida. Seguro que la culpa de todo la tiene la infusión de jengibre. No sé, un poleo-menta... Una infusión de frutas del bosque... Un té blanco con vainilla... 😉
ResponderEliminarJajajajaja. El jengibre es el punk de las infusiones.
Eliminar