Me cito
por la tarde en el Archivo Municipal de Cartagena con Cayetano Tornel. Me
explica qué ilusiones guarda respecto al blog de poesía que voy a coordinar.
Para él debe ser el reflejo virtual de lo que en la realidad ha de convertirse
el Patronato Carmen Conde: un referente literario en la vida cultural de la
ciudad. A lo largo de nuestra conversación tengo que reprimir la carcajada.
Cayetano, que se presenta como archivero profesional para escudarse de su ignorancia puramente literaria, está harto de sufrir como gestor cultural a tanto fantasma y no disimula su preferencia por los narradores frente al mundo de los poetas. No me puedo enfadar, me ha cogido débil, no tengo suficientes armas ni estímulos para defender hoy a este gremio de fama tan miserable, gorrona e indisciplinada.
Cayetano, que se presenta como archivero profesional para escudarse de su ignorancia puramente literaria, está harto de sufrir como gestor cultural a tanto fantasma y no disimula su preferencia por los narradores frente al mundo de los poetas. No me puedo enfadar, me ha cogido débil, no tengo suficientes armas ni estímulos para defender hoy a este gremio de fama tan miserable, gorrona e indisciplinada.
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