3/7/2014


   Acabo de leer Poemas y testimonios de Safo. No sé cuánto más tendremos que agradecer a Jaume Vallcorba estar al frente de El Acantilado para que, en cuidadas ediciones bilingües, nos ofrezca con nuevas cubiertas la sapiencia y el talento antiguos.
   Mis conocimientos de literatura clásica son verdaderamente escasos, pero he agradecido tanto la traducción como las notas a los textos sáficos de mi admirada poeta y helenista Aurora Luque.
   Copio un epitafio hallado en la Antología palatina de Tito Laurea:



        
Si pasas junto a la tumba eolia, oh extranjero, nunca digas
que yo, de Mitilene la cantora, muerta estoy.
La tumba la erigieron las manos de los hombres:
tales obras mortales corren hacia el olvido.
Pero si me colocas al lado de las Musas,
—en mis nueve libros dediqué una flor a cada una—
sabrás que yo evité las tinieblas de Hades
y no saldrá ni un sol que desconozca
el nombre de Safo, la poetisa.

Comentarios