16/12/2017


   Sigo la trayectoria de Carmen Piqueras desde su primer libro, Oficios de derrota, y veo Veinte películas de amor y una canción de John Lennon como un paso adelante y con impulso.
   Mis favoritos, en los que creo que Piqueras tensa con mayor precisión el arco y analiza con claridad el campo de visión a través de la mirilla, son estos poemas fílmicos: ‘La mujer pantera’; ‘Frankenstein’; esa “oración” que es ‘Blade Runner’ (Que nos alcance la lucidez del soldado que deserta / de cualquier forma de cordura); ‘El árbol de la vida’ (Plancton del mundo. No podremos, sin embargo, evitar / que también nos traiga herrumbre / —y, aun así, / quizás, / sea hermoso—, / ni olvidar que una vez / fuimos de ella, / y en ella, / por su lengua verdadera, / bendecidos); ‘Mujercitas’; ‘Los amigos de Peter’ y ‘Mi pie izquierdo’ (Por ello reivindico hoy / al denostado pie izquierdo, / el del mal pronóstico, el infausto. // Cómo ignorarle si es con él / con el que busco a tientas / el tuyo bajo las sábanas, / el que ha dado, tantas noches, / el primer paso hacia la gloria).




   Luego hay una oda larga, ‘Una canción de John Lennon’, dedicada al matrimonio, un terreno peligrosísimo de poetizar, que la autora resuelve de manera que aún sigo aplaudiendo.
   Y del “Programa de mano”, de tono más irónico y a ratos burlesco, me quedo con ‘Al final de la escapada’ e ‘Hiroshima, mon amour’.
   Con la de peleas que han tenido a lo largo del siglo XX el celuloide y la lírica, qué buena conjunción de fotograma y verso en este libro.

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