Sigo en la habitación 307, arrastrando
el palo de suero como si fuera un hachote de Semana Santa y mirando por la amplia
ventana el horizonte urbano del barrio de San Félix.
Zoraida me ha traído Vida, la autobiografía de Keith Richards que llevo a mitad. Tendré tiempo de darle un avance.
El caldo con sabor a nada y un pequeño cuenco de arroz medicamentado no hacen buena mezcla con la dosis de antibióticos que me están inyectando. Decido tomar solamente el yogur de manzana y el zumo de piña, que en estas circunstancias me saben a gloria.
Leo un haiku de Kobayashi Issa:
El viento sopla
para que el sauce alcance
la perfección.
Zoraida me ha traído Vida, la autobiografía de Keith Richards que llevo a mitad. Tendré tiempo de darle un avance.
El caldo con sabor a nada y un pequeño cuenco de arroz medicamentado no hacen buena mezcla con la dosis de antibióticos que me están inyectando. Decido tomar solamente el yogur de manzana y el zumo de piña, que en estas circunstancias me saben a gloria.
Leo un haiku de Kobayashi Issa:
para que el sauce alcance
la perfección.
Comentarios
Publicar un comentario