17/8/2021


   Pepita, una vecina casi nonagenaria de mi madre en Las Sirenas, nos ha traído un plato de michirones para que lo catemos. Su sabor era exquisito. Me vienen estos versos de Pedro García Valdés (La Unión, 1895 - Madrid, 1989) sobre el tradicional guiso del Campo de Cartagena: El haba lisa, aplanada, / recluida en su interior / se recome de impaciencia, / sueña con ser michirón.
   El sensualista profesor Miguel Vega me ha recomendado ir a comer michirones a un restaurante de Águilas llamado El Pimiento, muy conocido en la zona, la quintaesencia de lo aguileño popular en gastronomía. Tendré que ir algún día, a El Pimiento y a Águilas. Me da algo de vergüenza reconocer que, siendo de la Región de Murcia, nunca he estado en el pueblo que vio nacer a Paco Rabal.


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