4/9/2021


   Gracias a la tecnología, he podido escuchar discos de pizarra de Antonio Chacón. Hay, en concreto, un cante que me ha conquistado. Se titula ‘Corazón’.
   Aunque Chacón fuese jerezano, dominaba la cartagenera de maravilla. En el cante libre no gobierna nadie más que el cantaor, él marca el estilo y, como mucho, el bailaor puede acentuarlo, dinamizarlo, pero no puede encorsetarlo en su rítmica de pies.
   Una minera no puede oler igual que una malagueña, pero Chacón sabe cantarlas como si hubiera estado dentro de una mina, como si hubiese oído la explosión de un barreno y respirado su polvo, como si hubiese estado alguna vez a doscientos metros de profundidad, sentido esa temperatura, esa ausencia de aire y luz, ese peligroso mundo subterráneo que representa en ‘Corazón’.


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