13/10/2021


   He soñado que se celebraba una FIL Guadalajara dedicada a los escritores de la Región de Murcia. Menuda carnicería. La de cuchillos que se quedaron en el control de embarque de El Altet y, aún así, la de sangre que tuvieron que fregar los operarios guadalajarenses el último día de la Feria.
   Este mediodía un colega del trabajo ha ido a hacer una gestión al colegio marista donde estudié y me ha pasado por whatsapp —burla incluida— una foto de la orla de mi promoción en el antiguo COU. Me he deprimido durante unos veinte o treinta segundos. Tras reponerme, he sacado una conclusión certera de este impacto que pone del revés el lema de James Dean: ni viví deprisa, ni morí de joven, ni hice un bonito cadáver.
   Mis hijos me lo agradecerán y los gusanos tendrán más chicha para su banquete.


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