18/10/2021


   Releo a Emily Dickinson. Es una poeta que te enseña. A veces los poetas gigantes no te enseñan, te acomplejan. Ella no es como Eliot o Pound. Ella es de los poetas que me dan fuerza.
   Hace ya unos cuantos años que uno renunció al ideal para instalarse definitivamente en la aventura creativa perpetua, como la orgía flaubertiana que destacara Mario Vargas Llosa.
   Una de los picos altos que se pueden conquistar escribiendo es conocer las propias limitaciones. Yo descubrí las mías hace dos o tres años. Desde entonces, el camino está libre de chinas en el zapato. Las piedras a las que hay que enfrentarse son de otra forma y color, pero ya están a la vista, frente a mí, no me hieren los pies, como antes.


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