Del pueblo
sevillano Los Palacios son célebres algunos de sus hijos. Destacan bastantes
futbolistas, sobresaliendo el internacional Jesús Navas. También está el
cantante de No me pises que llevo Chanclas y dos hermanas gemelas que
concursaron en la edición de “Gran Hermano 2007”, gozando de fama efímera por
su forma de hablar simultánea y atropelladamente. Otro hijo predilecto de Los
Palacios es Joaquín Romero Murube, que estuvo en todo el meollo vanguardista de
la Generación del 27, aunque la Historia no le haya valorado lo suficiente al
lado de otros compañeros generacionales que resultaron gigantes.
Hoy he leído este ‘Espejos’, escrito en 1929, que me ha dejado aturdido, con ganas de bucear más en esas figuras “menores” de la Edad de Plata de la cultura española:
ESPEJOS
El espejo es el hijo predilecto de la luz.
Basta un espejo para desbaratar el mundo.
En el río están los espejos atacados de prisa. El mar es el manicomio de los espejos.
La luna, el camposanto de las lunas rotas y muertas de los espejos.
La única tristeza de los espejos es no tener voz.
Hay muertes ocasionadas por el veneno de los espejos: la de Venecia, entre otras.
Los espejos guardan el cadáver del aire.
Hoy he leído este ‘Espejos’, escrito en 1929, que me ha dejado aturdido, con ganas de bucear más en esas figuras “menores” de la Edad de Plata de la cultura española:
El espejo es el hijo predilecto de la luz.
Basta un espejo para desbaratar el mundo.
En el río están los espejos atacados de prisa. El mar es el manicomio de los espejos.
La luna, el camposanto de las lunas rotas y muertas de los espejos.
La única tristeza de los espejos es no tener voz.
Hay muertes ocasionadas por el veneno de los espejos: la de Venecia, entre otras.
Los espejos guardan el cadáver del aire.
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