24/1/2022


   Hoy, en el trabajo, durante una digresión de la lección ordinaria sobre las diferentes etiquetas sexuales en el identitarismo contemporáneo, un bachiller de confianza ha afirmado ante sus compañeros que se percibía de un tiempo a esta parte como persona no binaria. Me ha extrañado y me olía su tostada, porque he sido testigo en cursos anteriores de sus flirteos convencionales con muchas chicas en aulas, pasillos y patio. Así que, cuando ha acabado la clase, le he dicho que se quede un momento y he despejado mis dudas.
   —Oye, ¿eso de que te percibes no binario desde hace unos meses es de coña o realmente lo sientes así?
   —¡Qué va, profe! Es que no veas lo que les mola a algunas tías ese rollo ahora. Me estoy poniendo las botas.
   No obstante, debo reconocer que su rostro serio cuando afirmaba públicamente su nueva identidad media hora antes era del todo creíble. Este muchacho se las sabe todas. Llegará lejos en su ávido donjuanismo.


Comentarios